Qué lujazo

Hey,

que estés acá.

Soy Ceci y te agradezco muchísimo por estar acá.

Soy mujer, migrante, cambiante, idealista y una persona altamente sensible. Me muevo por la vida como mamá, amiga, compañera, emprendedora, coach de vida, terapeuta corporal… y muchas cosas más.

Nací en Argentina y hace más de seis años que vivo en Londres con mi esposo, yendo y viniendo de Buenos Aires. Hace dos años nació nuestro hijo, y con él, todo se volvió más complejo, más intenso, más desafiante… y también más lleno de amor. Él vino a confirmar lo que ya intuía: la maternidad está profundamente romantizada. Es lo más difícil y ambivalente que me tocó vivir.


Realidad

Siempre estoy en una búsqueda personal de crecer, vivir más liviana y libre, aceptarme y aceptar la vida como es, con la menor resistencia posible. Entendiendo que ser feliz no significa siempre estar feliz todo el tiempo.

Amo la belleza en todas sus formas: lo sensorial, lo placentero, la música, el arte, el movimiento, bailar, cantar, leer- todo lo relacionado al sentir y a la expresión. Y trato de llevar un poco de esa belleza a mi trabajo, creando experiencias significativas, sensoriales, que nutran, se sientan bien y hagan bien .


A lo largo de mi vida compré mil mandatos (los mismos que compramos muchas de nosotras).
Me casé, me divorcié, me volví a casar, tuve un hijo. Cuidé a familiares más grandes y materné a quienes tendrían que haberme cuidado a mí.
Trabajé en el mundo corporativo, primero en multinacionales y después en la empresa familiar. Hice lo que se suponía que “había que hacer”. Siempre sentí que nada de eso me cerraba pero pasaron muchos años hasta que me animé a mirar (me) con curiosidad y valentía para salir del automático heredado de mi familia y de mi cultura.

En esa búsqueda fui conociendo diferentes tipos de terapias y herramientas de desarrollo personal, algunas de las cuales decidí aprender para poder ayudar a otras personas, como me habián ayudado a mi en mi transformación. Así llegué, entre otras cosas, primero al masaje terapéutico y después al coaching de vida.


“Me conmueve profundamente el mundo femenino —y todo lo que podemos lograr cuando nos sacudimos las pilas de mierda que nos enseñaron sobre nosotras mismas”.

Pasé una gran parte de mi vida adulta tratando de entender cómo salir del bajón, de la apatía, del burnout, del no saber quién soy ni qué quiero. Aprendiendo, de a poco, a descansar de verdad por dentro. A encontrar paz en mi cabeza, calma en mi cuerpo y equilibrio en mis emociones.

En resumen: aprendiendo a confiar en la vida, a aceptar lo que venga, y aún así estar, incluso cuando todo se siente difícil.
No de forma perfecta. Ni siempre con alegría. Pero sí con aceptación, sin pelearme con la realidad.

Para mí, la transformación cobra aún más sentido cuando es compartida—cuando puedo transformar el dolor en propósito y acompañar a otras mujeres que están atravesando lo mismo.

Quiero crear

Un espacio que a mí también me gusta tener:
un lugar relajado, verdadero, donde las mujeres nos sostenemos, nos alentamos y nos acompañamos.
Un espacio para sentirnos mejor y avanzar en la vida, dejando atrás la vergüenza, la comparación y la competencia que tantas veces nos enseñaron a tener entre nosotras.
Un espacio de respeto y crecimiento personal.
Un espacio de libertad.

Anaïs Nin

“Mi misión es encontrar paz exactamente en quien soy y lo que soy. Enorgullecerme de mis pensamientos, mi apariencia, mis talentos, mis debilidades y detener esta incesante preocupación de que no puedo ser amada tal cual soy.”